martes, 18 de noviembre de 2014
el Reñaca que se extingue cuando llega el verano
Amo estar en la playa, porque el agua es mi elemento, no podría vivir lejos de un lago, un río o el mar. Caminar descalza sobre la arena, sentir el suelo y los granos de roca erosionada con el tiempo, acercarme al mar y sentir al siempre frío pacífico.
Cuando llegue el verano y junto a ello las vacaciones extrañaré el Reñaca tranquilo y siempre soleado del año; el Reñaca de las personas que vivimos aquí . Siempre disponible a deleitarnos con atardeceres de ensueño... a los pequeños locatarios, el verdulero, el hombre de las empanadas más sabrosas, las marejadas, la vaguada costera, el sonido de las olas perceptible sólo los domingos por la noche, las parejas, los solitarios y las solitarias como yo, que vienen cada tarde tranquila a reposar penas y alegrías sobre la arena y sumergidas en un buen libro, siempre atentos a la hora mágica y ese maravilloso y sorprendente atardecer que te hace valorar las cosas simples y lindas de la vida, sacarse los zapatos, mojarse los pies, compartir una cerveza, un pito y volver a hundirse en buena lectura.
Cuando llegue el verano ya no serás lo mismo para nosotros. Cuando llegue ese verano serás una festividad, te convertirán en algo comercial y te verás como un agujero de visitantes, pero cuando termine todo esto, ellos se irán ricos en recuerdos y volveremos nosotros, los de siempre, los que buscamos en ti la tranquilidad, a contemplar tu otoño, tu invierno y tu primavera, pero nunca tu verano.Esa estación será como una plaga, pero no debemos ser egoístas y compartirlo.
Nosotros te extrañaremos y añoraremos los días tranquilos y hermosos como éste, donde nos olvidamos de nosotros mismos para contemplar tus olas, la brisa,cuando nuestras miradas se pierden entre danzas de aves que juegan con los rayos del sol que se esconde cada tarde, los barcos frente al místico Valparaíso y la playa convertida en un anfiteatro para quienes disfrutamos ver la magia de la creación que se manifiesta en ese momento cuando el sol reflejado en el mar pinta el cielo de rosa y se despide cada día de nosotros.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario